sábado, 7 de abril de 2012

El despertar

Sentada  en el sofá voy repasando mentalmente el día  con el sonido de fondo del televisor.  Un murmullo más bien, al qué ni tan siquiera presto atención. Los ojos se me cierran, los destellos de la pantalla me molestan, todo en ella me molesta.
Me intento aislar a través de la música. Todo para no salirme de mi círculo, aquel que dibujé y repasé una y otra vez  sin ser consciente de su significado. De repente algo extraño empieza a suceder.
A mí alrededor una espiral va tomando forma, y se convierte en una montaña rusa.  Una de sus vagonetas  para frente a mí. Una fuerza me invita a subir. Dudo, mi cabeza me dice que no debo subir pero el corazón me dice lo contrario. Y por una vez el corazón gana el pulso.
La vagoneta empieza a coger velocidad, todo va muy deprisa, no tengo tiempo de pensar en nada. Subidas y bajadas de vértigo, tengo miedo y aún así me gusta, me siento libre.

Alguien me acaricia el hombro. Miro a mi derecha y veo una silueta, es transparente. Soy incapaz de articular palabra.

—Hola ¿Dónde has estado todo este tiempo? —me pregunta una voz. Es una voz de mujer.

 Sigo inmóvil mirando la silueta.  La voz surge de ella, pero no tiene rostro ¿Cómo es posible? …

— ¿Quién eres? ¿Qué eres? —le pregunto mientras trato de tocarla, sin éxito. Su esencia  pasa entre mis dedos como el aire.

— ¿De veras no sabes quién soy? Bien,  no te preocupes acabaras reconociéndome. Sólo hace falta un poco tiempo, el primer paso ya lo has dado.  Sólo puedo decirte que siempre he estado contigo y sabía que volverías.

Tras estas palabras, desaparece, dejándome llena de incógnitas. La vagoneta frena en seco, la puerta se abre. De nuevo las dudas… Pasados unos minutos decido qué no, no quiero bajar, mi viaje acaba de comenzar —me digo  mientras cierro la puerta enérgicamente. El golpe me hace abrir los ojos. Todo sigue igual a mí alrededor. Ha debido ser un sueño.

Me levanto  y me dirijo al escritorio. Allí, rebusco en los cajones y encuentro mi diario. No escribía en él desde hacia muchísimos años. Con él en las manos miro a través del ventanal y veo la luna más llena y preciosa que nunca. Salgo a la terraza  en busca de su luz y bajo su mirada tomo asiento y empiezo a  leer.

Me estoy dando cuenta  a medida que leo,  qué allí están escritos  episodios difíciles de mi vida. Siento que empiezo a despertar a la vida. Tengo la necesidad de escribir. Las palabras empiezan amontonarse en mi mente, escribo versos que salen directos del corazón. Mi imaginación vuela. Fantasía y realidad  se mezclan creando historias. Deseos y vivencias cobran vida a través de las palabras.

Han pasado varios meses desde aquel momento, aquel instante en qué sin darme cuenta comencé la búsqueda  de mi misma, en la que  todavía me encuentro.  Sigo en la montaña rusa de los sentimientos, pero cada vez me siento más lejos del miedo y más cerca de mis sueños.

He descubierto un mundo de colores, palabras, formas y sensaciones que llenan mi vida de ilusiones. Mañanas color malva y  tardes doradas. Pasan las lunas repletas de besos azul noche. Lágrimas de emoción, mientras siento  la música de las palabras.

Cada vez que me miro en el espejo vuelvo a ver  aquella silueta y poco a poco su rostro se va distinguiendo, voy descubriendo mi verdadero yo. Aquel que estaba  adormilado, perdido,  o quizás escondido y asustado.



Ilustración : Gonzalo Torné

Mi agradecimiento a Gonzalo Torné, por realizar esta ilustración, la cual es todo un honor para mi. Muchas gracias Gonzalo.



6 comentarios:

  1. Hola Verónica, de nada, ha sido un placer realizar la ilustración para tu sugernte texto. Gracias a ti por difundir mis trabajos, y por tus me gusta en mis cuadros en facebook. Gonzalo

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    1. Hola Gonzalo. Todas tus obras son increíbles y "Me gusta" es poco... De nuevo, gracias.

      Besos.

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  2. Me alegro de que hayas encontrado tu verdadera "yo" Lamentablemente he de decirte que la búsqueda de uno mismo, al igual que la de la felicidad, es eterna. Y cuando no lo es, algo falla.

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    1. Hola, Edu. Gracias por tu visita y por tus palabras. Tienes razón, la búsqueda no acaba nunca, así que no seguiré buscando en mi interior.

      Un fuerte abrazo amigo.

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  3. Hola Vero.
    Maravillosa, magnifica narración.
    Pienso que Despertar es algo que todos tenemos que hacer en algún momento. No importan las formas. Si hacerlo.
    Un honor me hayas recibido en este, tu espacio.
    Muchas gracias.
    Richard

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    1. Hola, Richard. Muchas gracias a ti por visitar mi pequeño rincón en la blogósfera. Ha sido una agradable sorpresa, gracias.

      Un abrazo.

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