viernes, 25 de noviembre de 2011

Una huella imborrable

Hoy 25 de noviembre es el Día Internacional contra la Violencia de Género. Por ello quiero compartir un momento de mi vida que me dejo una huella imborrable.

Estaba siendo un día como otro cualquiera. Esperaba paciente mi turno en un establecimiento. Sentada, mataba  el tiempo leyendo. Entonces entro una señora de mediana edad. Las dependientas parecían conocerla bien, una de ellas se acerco y se intereso por su estado. La señora asentía con la cabeza sin apenas hablar.

Las dependientas volvieron a sus tareas. Yo, me levante y ofrecí mi asiento a la señora. Esta se giro y puso su mano sobre la mía agradeciéndome el detalle. —Gracias vida, eres muy amable. Apoyada en mi  hombro se sentó y me apretó  suavemente la mano.  Fue entonces cuando vi sus ojos apagados, cuando sentí su tacto gélido y su voz triste. Nunca jamás había sentido algo parecido. Aquella mujer me trasmitió dolor, mucho dolor.  No dolor físico, dolor en el alma. Un escalofrió me recorrió el cuerpo. Era un alma muerta en vida.

Allí sentada con la mirada ausente la mujer esperaba. Las dependientas le entregaron su pedido y la señora se marcho. Al Instante de salir la mujer el resto empezó a comentar la historia de aquella atormentada mujer. Fue entonces cuando entendí lo que había sentido al cruzarme con ella.

Hacía cinco años que la hija de aquella mujer había sido asesinada a manos de su marido. Este no soportaba que su mujer quisiera romper el matrimonio, tenían dos niños pequeños. Una noche preparo una cena sorpresa de reconciliación, previamente había sedado a sus hijos. La mato, descuartizo y repartió en bolsas sus restos que luego tiro como el que tira la basura. Limpio todo a conciencia y se fue a dormir. A ojos de todos ella había abandonado el hogar y a su familia, la buscaron sin éxito. Al final se supo la verdad, él fue detenido y acusado.

Los niños quedaron a cargo de su abuela. Que tuvo que sacar fuerzas sobrehumanas para continuar y sacar adelante aquellos pequeños, conviviendo con su dolor. Pero la vida todavía no la había maltratado bastante. Vivía pendiente de que en breve el asesino de su hija saldría en libertad y por si eso fuera poco, aquel “hombre” por llamarlo de alguna manera, tenía el derecho de ver a sus hijos. Aquella madre tendría que mirar a los ojos al asesino que le quito una parte de ella.

*******

Aquella historia me impacto, aquella mujer me impresiono y aquel momento me sobrecogió. No he podido olvidarla jamás. Me emociono y me lleno de ira cuando pienso en ella, en su historia y en eso que llaman Justicia, que para mí no existe.

Todo mi apoyo, mi cariño y mis mejores deseos para aquellas mujeres, niños y hombres, que también los hay,  que estén sufriendo algún tipo de maltrato. Para las que lograron salir de él y para las que no.

La violencia es el miedo a los ideales de los demás. Mahatma Gandhi.

Un abrazo.



martes, 22 de noviembre de 2011

El Peregrino de la Blogosfera. Una parada en la luna.

He tenido el honor de que El Peregrino de la Blogosfera hiciera un alto en su camino, descansando en este rincón de la luna. Dejando su huella en él con un bonito texto y una preciosa poesía.


Melodías de Escritor

El Peregrino de la Blogosfera llega al rincón de Verónica, un diario personal abierto a los lectores y en el que con su permiso pienso sentirme como en mi propia casa.

Se nos pregunta muchas veces a los bloggers ¿Por qué ese afán de escribir en un blog? Y la verdad es que contestar esta pregunta tiene dos posibilidades, si te la pregunta un compañero de la blogosfera, a poco que le cuentes te va a entender perfectamente, pero si el que te hace esta pregunta es un desconocedor de como funcionan los blogs y ajeno de todos los sentimientos y sensaciones que vertemos en ellos, será inútil que le expliques nada, nunca lo entenderá.

Recupero para mi amiga una pequeña poesía dedicada para los que de verdad entienden porqué escribimos en un blog.


Qué necesidad de escribir tengo hoy
si olvido el verbo y pierdo las letras,
me quedo a solas con mis sueños.

Suena a lo lejos el saxofón
llora con anhelo su desamor
o quizá no, sopla al viento su alegría
inunda mi alma de melancolía.

Llora, ríe, gime o tal vez cante
el saxo suena como mis sueños
dispersos, espesos, profundos, son opalinos,
lloran, ríen, gimen y también laten.

Que necesidad de escribir tenía hoy
con poco verbo, con escasas letras
melodías malditas del corazón.




Por todo esto y mucho más sigo mi viaje peregrino, llegando a rincones íntimos de mis amigos y amigas, dejando una pequeña huella que siempre está cargada con el guiño del entendimiento y aplaude la constancia de los que aquí dejan parte de su alma.

Ha sido todo un honor estar alojado un día en tu diario, gracias Verónica por tu calurosa acogida a este peregrino.


Muchas gracias amigo Senovilla. Ha sido un placer conocerte en este inmenso mundo de la blogosfera y más todavía contar con tu visita. Decirte, que mi espacio es tu espacio, puedes  alojarte en él cuando desees.

Un fuerte abrazo y que tengas un feliz viaje.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Víctima y verdugo


Raúl acudía a su cita diaria en un  antro recóndito a las afueras. Allí le esperaba ella. El tiempo se paraba en aquel lugar. Al regresar al hogar: mentiras, reproches y lágrimas…
Sus días transcurrían pendiente del reloj, deseando volver a verla. Todo perdía sentido al estar frente a ella, su matrimonio, sus hijos y su futuro. Nada importaba, nada recordaba.
Las visitas aumentaron hasta  convertirse en una obsesión destructiva. Cegado por una melodía repetitiva e hipnotizado por sus colores. 
Llego al límite y obtuvo el premio: lo perdió todo. Jugó su última moneda antes de saltar al vacío.





sábado, 12 de noviembre de 2011

Cinco fases

Este texto está basado en mi propia experiencia y en la de las personas que me rodean. Las cinco fases a las que me refiero en el titulo no son más que las etapas que he vivido hasta ahora, y las que he visto a los demás vivir. 
Primera fase; La niñez
La etapa más bonita. Inocencia y juegos. Donde la única preocupación es pensar si te has portado bien para que los Reyes Magos te dejen aquello que pediste. Donde todo el amor es para los papis. El único deber, ir al colegio y aprender. Nacen las primeras amistades, quizás algunas de ellas te acompañen durante años, otras son pasajeras. Todo es un descubrimiento. Aquí es donde la educación y los valores que te enseñen marcaran en parte tu vida.
Segunda fase; La adolescencia
Una etapa importante. Ahora desde donde estoy la veo bonita, divertida y la añoro pero cuando estaba en ella no la vivía así. Es un tiempo en el que la personalidad se define, pero los altibajos son constantes. Los miedos surgen, la vergüenza te hace perderte momentos bonitos. Los primeros amores se viven intensamente y cuando te decepcionan crees que eres la persona más desgraciada del mundo, que jamás encontraras el amor. Las amistades son muy importantes, son un apoyo esencial, pero como en el amor también se sufren desengaños con los amigos. Piensas que los mayores no te entienden. Y deseas ser mayor porque crees que todo es más fácil. Se tiene prisa para todo…Gran error.
Tercera fase; La fase adulta
La etapa más rápida. Unas personas por los estudios, otras por el trabajo, la familia, los hijos, el caso es que todo se centra en sacar adelante lo anterior y no te das cuenta de que los años están pasando veloces. Estas inmerso en una rutina, todos son problemas y facturas. No tienes tiempo ni de pararte a pensar, eres un robot y una víctima de la sociedad y el consumismo. Estas continuamente enfadado contigo mismo y con el mundo que te rodea. Ves y oyes pasar cosas a tu alrededor pero no te involucras, es como ver una película, cuando acabas apagas el televisor y continuas como siempre.
Cuarta fase; La mía
La etapa de los cambios. Esta en teoría tenía que haber llegado a ella dentro de unos añitos pero yo siempre fui muy adelantada en lo que respecta a la vida. Así que me incluyo antes de tiempo en esta fase.
Los hijos empiezan a ser más independientes, no te necesitan para todo, empiezan a volar de debajo de tus faldas. Las facturas no menguan al contrario… Vas perdiendo a las personas que quieres por vejez, enfermedad o antes de tiempo y de forma que no logras aceptar. Y llega un instante en que algo dentro de ti hace clik y miras hacia atrás, analizas tu vida. Te das cuenta que apenas te has enterado de esos años pasados, que todo ha ido tan rápido… Tienes recuerdos, fotos, vídeos, pero no sabes decir si en aquel momento lo disfrutaste. Reflexionas y ves que te queda tanto por hacer de aquello que soñabas. Empiezas a ver lo que realmente es la vida, lo que importa de veras. Todo se ve diferente, todo se siente diferente. Es ese momento o te declinas por el cambio o continúas tu línea, todo depende de las carencias que se tenga y del valor para llevar a cabo el cambio. 
Quinta fase; La más dura
La etapa del recuerdo. Bueno, de esta no puedo hablar demasiado, quizás si sigo con este blog dentro de mucho años más acabare de escribir esta fase. Por las personas de mí alrededor, esta es la etapa en que recuerdas toda tu vida. En la que te arrepientes y te alegras. En las que las enfermedades hacen aparición, impidiéndote seguir disfrutando de la vida. Creo que es la edad en que más cariño se necesita, más apoyo y más cuidados. Pero igual que es dura es bonito llegar a ella, es señal de que has vivido y si lo has hecho bien, habrás disfrutado de cada momento.

*************
Una ventana a los sueños
Llévame a través de tus versos a tu mundo. 
Un mundo de ensueño, donde las palabras son el alimento del alma. 
Donde el tiempo ralentiza su ritmo, los minutos se convierten en horas.
Donde el embrujo de la noche te abraza y la soledad se puebla de estrellas.
Con cada verso un suspiro, con cada estrella una sonrisa.